“Es posible que el medio marino albergue en los próximos años nuevas actividades económicas”

27/05/2021

España cuenta actualmente con un 12 % de la superficie marina protegida, una cifra que se prevé ampliar hasta el 30 % en 2030, tal y como marcan la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea y el Gobierno. ¿Llegaremos a ese objetivo? Una de las iniciativas que está trabajando en este ámbito y que estará presente en la sesión técnica Estrategias Marinas de Conama 2020, es LIFE INTEMARES, coordinada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Hablamos sobre este proyecto –considerado uno de los más amplios en la conservación marina de Europa–, y de los desafíos de los océanos en los próximos años con Víctor Gutiérrez, coordinador del Área de Proyectos Europeos y LIFE de la Fundación Biodiversidad.

LIFE INTEMARES lleva en marcha desde 2017, ¿cuál es el objetivo del proyecto?

LIFE IP INTEMARES es un proyecto que busca la gestión integrada, innovadora y participativa de los espacios marinos de la red Natura 2000, la red de áreas naturales protegidas más grande del mundo. Tenemos varias líneas de trabajo en marcha, pero una de las principales es colaborar con el objetivo marcado por la Estrategia Europea de Biodiversidad y del Gobierno de pasar de un 12% de las áreas marinas protegidas en España al 30% en 2030.

En este sentido, estamos identificando las carencias de la Red Natura 2000 e identificando aquellos lugares potenciales que podrían ser declarados Lugar de Interés Comunitario (LIC) marino. Por ello, hemos realizado hasta ahora 17 campañas oceanográficas para completar la información científica que había de diversas zonas y en unos meses tendremos una lista con nuevos espacios que se deberían proteger por la importancia de su hábitat o por las especies que albergan.

¿Llegaremos al objetivo del 30% de zonas protegidas en 2030? ¿Cuáles son las candidatas?

Creemos que es posible conseguir el objetivo de llegar al 30 %, pero aún estamos trabajando en ello. Se plantearán ocho nuevas áreas y algunas de las potenciales candidatas son Cap Bretón, situado en el mar Cantábrico; los cañones submarinos de Cabo Tiñoso en el suroeste de la península, o las montañas submarinas de Mallorca. También sería importante ampliar la protección en Fuerteventura debido a su importancia para los cetáceos o en la costa central catalana por la diversidad de aves que alberga.

Pero no solo es importante identificar estos espacios, sino también mejorar la gestión de los que ya han sido declarados. Para ello, es esencial avanzar hacia una gestión eficaz de los mares basada en el conocimiento científico y en la participación. Conseguirlo es un segundo desafío importante, en el que también estamos trabajando.

¿Qué otros retos se plantean en el medio marino?

Hay numerosos retos en diversos ámbitos como, por ejemplo, el cambio climático y la crisis de la pérdida de biodiversidad, la urbanización de la costa, la contaminación, los plásticos o las especies invasoras. También es necesario buscar la compatibilización de las acciones humanas con la conservación de la biodiversidad, ya que es posible que el medio marino albergue en los próximos años nuevas actividades económicas como las energías renovables u otras acciones contempladas en la llamada economía azul.

No son retos fáciles, por lo que se debe trabajar, además, en conseguir un enfoque ecosistémico para que seamos capaces de adaptarnos a realidades muy cambiantes y mejorar la gobernanza, no solo entre administraciones, sino con otros sectores económicos y con otros países vecinos.

¿Qué acciones se están realizando? ¿De qué manera ha afectado la pandemia?

Desde INTEMARES, además de las campañas de investigación oceanográfica mencionadas anteriormente, tenemos otros grandes bloques en marcha. Dos de ellos estás relacionados, respectivamente con: el seguimiento y vigilancia de los planes de protección de los lugares ya declarados para comprobar el cumplimiento de objetivos; y la conservación, dirigida a la sostenibilidad de sectores como el pesquero o la eliminación de basuras marinas.

Otro bloque está orientado a mejorar la gobernanza y capacitación, para integrar dichos sectores y mejorar las actuaciones colaborativas; y, por último, tenemos actividades de comunicación, sensibilización y educación ambiental, para transmitirle a la sociedad española a nivel general la riqueza de la biodiversidad de nuestros mares.

La pandemia nos ha planteado algunas dificultades en las campañas oceanográficas, ya que se requería de mucha seguridad a bordo, pero se ha hecho un gran trabajo para mantener todas las medidas necesarias y hemos conseguido mantener el calendario. Hemos tenido que retrasar, sin embargo, algunos de los talleres que teníamos previstos y, aunque algunos hemos podido hacerlos online, esperamos poder retomar pronto las acciones sobre el terreno.

Una de las actuaciones de INTEMARES será expuesta próximamente en Conama 2020, ¿en qué consiste?

Durante la sesión técnica Estrategias marinas de Conama 2020 vamos a presentar uno de los trabajos que ha salido recientemente del proyecto INTEMARES: un análisis de la vulnerabilidad de la Red Natura 2000 marina al cambio climático, realizado en colaboración con el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.

Se trata de una metodología muy útil para medir cuan sensible es un área a los impactos del cambio climático y poder prever medidas de adaptación de cara a conseguir una gestión eficaz. Tenemos previsto ponerlo en práctica en cinco lugares piloto y contemplar las medidas de adaptación oportunas que se deben desarrollar en cada región.

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