Logroño: el ejemplo de cómo ganar espacio público en una pandemia

La calle que se ve en la imagen era, hasta hace apenas unas semanas, una calzada del centro de Logroño dedicada en exclusiva a los coches, como la de cualquier otra ciudad. Se trata de la calle Fundición: “Es tan ancha que casi siempre se veían coches aparcados en doble fila”, relata el urbanista Alfonso Sanz.
 
Hasta que llegó la pandemia del coronavirus. Durante el confinamiento, el Ayuntamiento de Logroño se puso en contacto con el equipo de este urbanista del colectivo Gea21 y colaborador habitual de Conama: se necesitaba transformar la ciudad de algún modo para garantizar la seguridad de las personas cuando se pudiera regresar a las calles. Y en esta de Logroño, como en tantas otras del país, las aceras no cumplían el ancho mínimo de 2,5 metros para caminar sin que los peatones se agolpen unos sobre los otros.
 
En lugar de ampliar las aceras, lo cual necesita mucha inversión, se optó por hacer lo que los urbanistas llaman intervenciones ligeras: dedicar más espacio público de la ciudad a las personas, en pocos pasos y por poco presupuesto. “Este tipo de políticas de movilidad sostenible terminan muchas veces en un cajón, lo que más nos sorprendió es que la transformación se hizo en 10 días”. En la calle Fundición se retiraron los coches y se instalaron bolardos y macetas para marcar el espacio pacificado, es decir, sin autos y donde las personas no solo están de paso, pueden permanecer. Por eso hay bancos para sentarse y la pintura del suelo sugiere un nuevo uso. 
 
La renovación urbana siempre ha sido una de las inquietudes de Conama. A través del comité técnico dedicado a ello para Conama 2020, se recopilarán y mostrarán casos prácticos de este tipo de intervenciones que privilegian la salud ambiental y de las personas en los entornos urbanos. 
 
La calle Fundición no es la única en la que se ha intervenido, forma parte de una visión más amplia. “’Logroño calles abiertas’ es una estrategia para adaptar de manera urgente el espacio público y la movilidad durante el alivio del confinamiento provocado por la crisis de la Covid-19, con una serie de intervenciones ligeras y rápidas en las calles de nuestra ciudad, priorizando la salud de las personas”, se explica en la web del Ayuntamiento. Unas ocho intervenciones se han llevado a cabo hasta el momento.
 
Esta ciudad se ha convertido así en un ejemplo muy interesante de cómo una situación tan extrema como una pandemia acelera cambios con un beneficio ambiental y social que los especialistas como Alfonso Sanz reclaman desde hace años. “Lo que ha pasado con la pandemia es que se han reforzado las virtudes de estas intervenciones ligeras”, explica. "La idea de fondo es la transformación de la movilidad y del espacio público.

Foto: Ayuntamiento de Logroño / Rafa Lafuente